Se entiende por competencia lectora “la habilidad para
comprender y utilizar las formas del lenguaje escrito requeridas por la
sociedad o valoradas por la persona. Los lectores de corta edad son capaces de
construir significado a partir de una variedad de textos. Leen para aprender,
para participar en las comunidades de lectores del ámbito escolar y de la vida
cotidiana, y para disfrute personal”
También se considera que “la capacidad lectora consiste en
la comprensión, el empleo y la reflexión de textos escritos con el doble fin
de, por un lado, alcanzar las metas propias, desarrollar el conocimiento y el
potencial personal y, por otro, de participar en la sociedad.
La definición anterior presenta tres elementos importantes
de la competencia lectora.
a.
Comprender los propios objetivos:
Ø Los objetivos del lector son muy variados, dependen de los
motivos por los que el lector se pone en contacto con un texto.
Ø Para informarse sobre algún tema.
Ø Para divertirse, mediante la lectura de literatura
(cuentos, poemas, leyendas y otras).
Ø Es muy importante que el lector tenga claro su objetivo al
leer; esto le permitirá comprender mejor.
b.
Desarrollar conocimientos:
Ø El lector competente cuando lee aprende algo nuevo,
confirma lo que ya sabía, modifica o amplía sus conocimientos
c.
Participar en la sociedad:
Ø Cuanto más competente se es en lectura, mayor probabilidad
tiene la persona de integrarse y ser miembro activo de su sociedad, es decir,
ejercer su ciudadanía. (Curriculo Nacional Base Guatemala, s.f.)
Competencias lectoras en los estudiantes
La
competencia lectora permite:
- Construir
significados a partir de distintos tipos de textos (cuentos, libros,
textos electrónicos, textos gráficos y otros).
- Leer para obtener
información y para deleitarse
“Se
considera que las competencias han sido adquiridas en un nivel aceptable cuando
los alumnos están en condiciones de continuar aprendiendo a lo largo de su
vida, de aplicar lo que aprenden en la escuela y fuera de ella, de evaluar sus
opciones y tomar decisiones.
Algunos
autores han clasificado así las competencias lectoras:
Competencia
interpretativa
Comprende aquellas acciones que llevan al lector
encontrarle el sentido a cualquier tipo de texto o a una situación problemática
desde el nivel literal. Cuando el lector conoce con precisión lo que dice el
texto, está en mejores condiciones para interpretarlo adecuadamente. Esta
competencia es la que hace capaz al lector de:
Ø Reconocer el tema de un texto.
Ø Utilizar el dibujo como un símbolo y reconocer en él,
elementos significativos.
Ø Elaborar predicciones.
Ø Reconocer la idea principal.
Ø Comprender y definir el significado de palabras desconocidas
y usarlas correctamente en un contexto.
Ø Encontrar al personaje principal o secundario.
Ø Identificar secuencias temporales.
Competencia
argumentativa
Se puede definir como todas aquellas acciones orientadas a
la justificación de información, explicar alguna afirmación, respaldar
conclusiones y valorar las ideas que transmite un texto. Los lectores que han
desarrollado esta competencia:
Ø Interpretan diversos textos, teniendo en cuenta la
intencionalidad y la organización de las ideas.
Ø Apoyan sus puntos de vista en una argumentación con razones
válidas.
Ø Explican el porqué, el cómo y el para qué de las
situaciones presentadas.
Ø Establecen relaciones entre los textos leídos.
Competencia
propositiva
Es toda acción que ayuda a la formulación de posibles teorías
y al planteamiento de soluciones a problemas de tipo social, a partir de la
comprensión y análisis del texto leído. El lector que ha desarrollado esta
competencia:
Ø Interpreta distintos tipos de texto teniendo en cuenta la
intencionalidad y la organización de ideas.
Ø Utiliza la imaginación y la creatividad cuando redacta
textos.
Ø Reconoce la intención de un texto y su autor.
Ø Resuelve problemas relacionados con las lecturas.
Gómez (1997), plantea que el acto de comprensión para que
se produzca, es necesario que el comprendedor (el sujeto o lector) cumpla una
serie de requisitos, tales como: “tener la intención de comprender el texto;
poseer las competencias pragmáticas correspondientes; dominar algún marco de referencia
de contenidos; buscar en el texto el mensaje intencionado por el autor;
utilizar las tácticas, estrategias y habilidades adecuadas; integrar lo
comprendido en sus propios dominios conceptuales y valóricos; y distinguir
entre lo encontrado en el texto y los aportes de sus propios esquemas
culturales.
Los procesos implicados a la comprensión lectora, la sitúan
como la concatenación de una serie de habilidades de pensamiento que van más
allá de la decodificación, es decir que, dichas habilidades dan cuenta que en
el proceso lector intervienen el lector, el texto, su forma y contenido.
No sólo debemos ver en el alumnado si sabe leer
correctamente sino si comprende bien lo que está leyendo. Por ejemplo, por
nuestras experiencias compartidas, hemos podido comprobar que alumnos y alumnas
leen el enunciado de una pregunta y no la saben contestar. Bien es cierto que
existen cuestiones mal formuladas y llevan a confusión, pero, de manera
general, existe una falta de atención y de procesamiento interno de lo que se
esconde tras esa pregunta. La competencia lingüística, está presente en nuestra
vida escolar, familiar y en nuestras vidas cotidianas.
Sería ideal que el alumnado se
concienciara y se implicara hacia un conocimiento reflexivo sobre el
funcionamiento del lenguaje, sus normas de uso y así tener la capacidad de
tomar el lenguaje como objeto de
observación y de análisis. Es muy importante destacar el papel que juega
el dominio de esta competencia lectora donde, el alumnado que la va
adquiriendo, se va sintiendo más confiado con el proceso de E-A, y también
mejora la autoestima y su auto concepto, es más, nos atreveríamos a decir, que,
en muchos casos, es un elemento condicionante hacia sus expectativas escolares
posteriores. La competencia lectora hacer referencia al uso del lenguaje como
instrumento para la comunicación oral y escrita, de representación,
interpretación y comprensión de la realidad, de construir y organizar el
conocimiento y autorregular el pensamiento, las emociones y asimismo la conducta.
Los procesos implicados a la comprensión lectora, la sitúan
como la concatenación de una serie de habilidades de pensamiento que van más
allá de la decodificación, es decir que, dichas habilidades dan cuenta que en
el proceso lector intervienen el lector, el texto, su forma y contenido.
Para Solé (2000), el lector pone en juego sus expectativas
y sus conocimientos previos, puesto que para leer se necesita simultáneamente
decodificar y aportar al texto nuestros objetivos, ideas, experiencias y
también implica un proceso de predicción e interacción continúa, que se apoya
en la información que aporta el texto y nuestras vivencias.
La comprensión
lectora, posee un desarrollo continuo en el lector, ya que se va progresando en
las habilidades que cada vez se acercan a las de carácter superior, esta posee
niveles que dan cuenta de una serie de operaciones que los sujetos realizan al
momento de leer, las cuales se van mejorando en la medida que nos enfrentamos a
la lectura comprensiva.
La comprensión lectora, posee
un desarrollo continuo en el lector, ya que se va progresando en las
habilidades que cada vez se acercan a las de carácter superior, esta posee
niveles que dan cuenta de una serie de operaciones que los sujetos realizan al
momento de leer, las cuales se van mejorando en la medida que nos enfrentamos a
la lectura comprensiva.
Los niveles de la comprensión,
se relacionan con la Taxonomía de Barret (1968), la que propone un tratamiento
ocho habilidades progresivas, las que Rioseco y Ziliani (1998) fundamentan:
1. Comprensión Literal: el lector aprende la información explícita del texto.
2. Retención de la
Información: el lector puede recordar
información presentada en forma explícita.
3. Organización de la
Información: el lector puede ordenar elementos
y explicar las relaciones que se dan entre éstos.
4. Inferencia: se descubren los aspectos implícitos del texto, el lector
pone en juego lo que ha leído y lo que puede aportar con ideas propias.
5. Interpretación: reordenación personal de la información del texto, se
busca el propio sentido.
6. Valoración: se formulan juicios basándose en experiencias y valores.
7. Creación: transferencia de las ideas que presenta el texto, incorporándose
a los personajes y a otras situaciones parecidas.
8. Metacognición: todas las destrezas anteriores están incluidas, con la
cualidad de ser consciente de los pasos que siguió el pensamiento para poder
comprender la lectura, es decir, poder supervisar y controlar el propio proceso
de pensamiento que lo lleva a la comprensión. (Caceres, s.f.)
Ausubel (1983) en su libro Psicología educativa un punto de
vista cognoscitivo, menciona que la comprensión lectora se logra cuando el
estudiante relaciona los nuevos conocimientos con los anteriormente adquiridos;
pero también es necesario que el alumno se interese por aprender lo que se le
está mostrando. Una de las dificultades que se percibe al enlazar los
conocimientos nuevos con los ya adquiridos, es que el lector no lee con la
finalidad de ampliar sus conocimientos, los cuales se disponen en la lectura a
partir de un texto dado, por lo tanto, esto impide que pueda almacenarlos y
disponer de ellos en el momento indicado. (Salas, s.f.)
David Cooper (1998), presenta otra definición de
comprensión lectora en la que considera a ésta como el proceso de elaborar el
significado por la vía de aprender las ideas relevantes del texto y
relacionarlas con las ideas que ya se tienen, es decir es el proceso a través
del cual el lector interactúa con el texto. Él mismo explica tres aspectos
esenciales en la comprensión lectora. El primer de ellos se refiere a la
naturaleza constructivista de la lectura, para que se dé una adecuada
comprensión de un texto, es necesario que el lector esté dedicado a construir
significados mientras lee.
En otras palabras es necesario que el lector lea las
diferentes partes de un texto dándole significados e interpretaciones
personales mientras lee. La comprensión resulta ser un producto final de todo
acto de lectura en el que se distinguen dos momentos fundamentales: el proceso
de leer, durante este acto el lector está tratando de darle sentido al texto; y
el segundo momento es la finalización del acto de leer, en este momento se está
ante la comprensión como producto ya que es el resultado del proceso de leer.
El proceso de interacción con el libro, es el segundo
aspecto que destaca Cooper (1998) en la comprensión lectora y hace referencia a
la persona que empieza a leer un texto, no se acerca a él de forma carente de
experiencias, afectos, opiniones y conocimientos relacionados de manera directa
e indirectamente con el tema del texto. En otras palabras el lector trae
consigo un conjunto de características cognoscitivas, experienciales y
actitudinales que influyen sobre los significados que trae el texto. Según
Cooper la naturaleza de la lectura es interactiva, ya que el texto no posee
significados, sino que estos emergen de la interacción entre lo que propone el
texto y lo que el lector aporta al texto (Citado en Khemais, 2005, p. 3).
El tercer aspecto de la comprensión lectora como un proceso
estratégico, en donde el lector va modificando su estrategia lectora o la
manera cómo lee según su familiaridad con el tema, sus propósitos al leer o el
tipo de texto. Es decir el lector acomoda y cambia sus estrategias de lectura
según lo que necesite (Citado en Khemais, 2005, p. 4). (Salas,
s.f.)
Habilidad lectora. Implica un dominio de las estrategias
ejercitadas, de tal suerte que el lector pueda dirigir la atención a captar el
significado del mensaje.
1. Motivación hacia la
lectura: Es la fuerza que impulsa al
estudiante a leer con entusiasmo un texto.
2. Dificultad del texto: Un texto resulta más difícil que otro cuando no se cuenta
con antecedentes sobre el tema o no esta uno familiarizado con los tecnicismos,
que contenga numerosos vocablos de uso poco frecuente, no se apoye en ayudas
visuales como gráficas, dibujos, fotografías o en su caso, presente escasos
ejemplos para aclarar conceptos y situaciones.
3. Concentración: Poner atención al máximo en lo que lees, para descubrir
mediante la individualización de palabras importantes, lo que el autor desea
expresar. Si tu pensamiento se remonta a otra parte, la capacidad de
entendimiento, será nula.
4. Lectura en silencio: Significa leer sin oírse así mismo; es decir sin mover los
labios y sin vocalizar.
5. Hacer las pausas
necesarias: La lectura debe realizarse
pausadamente, respetando los signos de puntuación así como detenerse cuando lo
que se lee no se comprende o en su caso detenerse para consultar el significado
de las palabras desconocidas.
6.
Localización e investigación del significado de las
palabras desconocidas: Para comprender el
contenido de los diferentes textos, ya sean informativos, literarios o
científicos, es necesario localizar el vocabulario desconocido. Es importante
tener a la mano diccionarios de carácter general, de la lengua española y de
términos técnicos o científicos.
7. Motivación: Como estudiante serás responsable del interés y entusiasmo
hacia la lectura. Tener ese deseo desinteresado por la lectura.
8. Constancia: Ser perseverante y tener empeño al realizar la lectura de
un texto.
9. Hábito: Lograr tener la costumbre o la disposición innata hacia la
lectura.
10. Habilidad lectora: Para lograr cierta habilidad en la lectura debes dominar
correctamente las técnicas de comprensión lectora. (Paráfrasis, resumen,
síntesis, cuadro sinóptico). (Herrera, s.f.)
1. Literal: Su función es la de obtener un significado literal de la
escritura. Implica reconocer y recordar los hechos tal como aparecen expresos
en la lectura. Es propio de los primeros años de escolaridad, en el inicio del
aprendizaje formal de la lectura, está compuesta por dos procesos:
Ø Acceso
al léxico: Cuando se reconocen los
patrones de escritura o del sonido en el caso de la comprensión auditiva, los
significados que están asociados a ellos se activan en la memoria a largo
plazo. Desde el acercamiento cognitivo se postula la existencia de unos
diccionarios mentales, léxicos a los que se accede durante la comprensión
lectora.
Ø Análisis: Esta función consiste en combinar el significado de varias
palabras en la relación apropiada. Se comprende la frase como una unidad
completa, y se comprende el párrafo como una idea general o unidad comprensiva.
2. Inferencial: Denominada también interpretativa, este nivel proporciona
al lector una comprensión más profunda y amplia de las ideas que se está
leyendo. Exige una atribución de significados relacionándolos con las
experiencias personales y el conocimiento previo que posee el lector sobre el
texto.
Procesos
de la comprensión lectora inferencial:
- Integración: Cuando la relación semántica no está
explicita en el texto y se infiere para comprenderla.
- Resumen: La función del resumen mental consiste en
producir en la memoria del lector una macro estructura (Kintsch y Van
Dijk, 1978) o esquema mental y se denomina como un conjunto de
preposiciones que representan ideas principales.
- Elaboración:
Es lo que aporta o añade
el lector al texto que está leyendo. Se une una información nueva a otra
que ya resulta familiar, por lo que aumenta la probabilidad de la
transferencia. (Meléndez, s.f.)
Antes de dar estrategias para la comprensión lectora,
debemos tener claro el concepto estrategia la cual podemos definirla como: «Un
procedimiento -llamado también a menudo regla, técnica, método destreza o
habilidad- es un conjunto de acciones ordenadas y finalizadas, es decir,
dirigidas a la consecución de una meta.».
Coll, 1987, p. 89.
«( ...) Se puede hablar de procedimientos más o menos
generales en función del número de acciones o pasos implicados en su
realización, de la estabilidad en el orden de estos pasos y del tipo de meta al
que van dirigidos. En los contenidos de procedimientos se indican contenidos
que también caen bajo la denominación de «destrezas» «técnicas» o
«estrategias», ya que todos estos términos aluden a las características
señaladas como definitorias de un procedimiento. Sin embargo, pueden
diferenciarse en algunos casos en este apartado contenidos que se refieren a
procedimientos o destrezas más generales que exigen para su aprendizaje otras
técnicas más específicas, relacionadas con contenidos concretos.» MEC, 1989b Diseño Curricular Base, p. 43. 68
Que estrategias utilizaremos
Palincsar y Brown (1984) sugieren que las actividades
cognitivas que deberán ser activadas o fomentadas mediante las estrategias son
las que le describo a continuación. He intentado precisar las cuestiones que
plantean o deberían plantearle al lector, cuya respuesta es necesaria para
poder comprender lo que se lee.
1. Comprender los propósitos explícitos e implícitos de la
lectura. Equivaldría a responder a las preguntas: ¿Qué tengo que leer? ¿Por
qué/para qué tengo que leerlo?
2. Activar y aportar
a la lectura los conocimientos previos pertinentes para el contenido de que se
trate. ¿Qué sé yo acerca del contenido del texto? ¿Qué sé acerca de contenidos
afines que me puedan ser útiles? ¿Qué otras cosas sé que puedan ayudarme:
acerca del autor, del género, del tipo de texto...?
3. Dirigir la atención a lo que resulta fundamental en
detrimento de lo que puede parecer trivial (en función de los propósitos que
uno persigue; punto 1.). ¿Cuál es la información esencial que el texto
proporciona y que es necesaria para lograr mi objetivo de lectura? ¿Qué
informaciones puedo considerar poco relevantes, por su redundancia, por ser de
detalle, por ser poco pertinentes para el propósito que persigo?
4. Evaluar la consistencia interna del contenido que
expresa el texto y su compatibilidad con el conocimiento previo, y con lo que
dicta el «sentido común». ¿Tiene sentido este texto? ¿Presentan coherencia las
ideas que en él se expresan? ¿Discrepa abiertamente de lo que yo pienso, aunque
sigue una estructura argumental lógica? ¿Se entiende lo que quiere expresar?
¿Qué dificultades plantea?
5. Comprobar continuamente si la comprensión tiene lugar
mediante la revisión y recapitulación periódica y la auto interrogación. ¿Qué
se pretendía explicar en este párrafo apartado, capítulo-? ¿Cuál es la idea
fundamental que extraigo de aquí? ¿Puedo reconstruir el hilo de los argumentos
expuestos? ¿Puedo reconstruir las ideas contenidas en los principales
apartados? ¿Tengo una comprensión adecuada de los mismos?
6. Elaborar y probar inferencias de diverso tipo, como
interpretaciones, hipótesis y predicciones y conclusiones. ¿Cuál podrá ser el
final de esta novela? ¿Qué sugeriría yo para solucionar el problema que aquí se
plantea? ¿Cuál podría ser -tentativamente- el significado de esta palabra que
me resulta desconocida? ¿Qué le puede ocurrir a este personaje? , etc.
A todo ello cabría
añadir que las estrategias deben ayudar al lector a escoger otros caminos
cuando se encuentre con problemas en la lectura. Aunque Palincsar y Brown no se
manifiestan a este respecto, podemos suponer que estarían de acuerdo en que
todo lo que implican o deberían implicar las estrategias de lectura (es decir,
puntos 1, 2, 3, 4, 5, 6) sería bastante poco útil si no se encontrara
subyacente la idea de revisión y cambio de la propia actuación cuando sea
necesario.
La siguiente técnica o estrategia que mencionaremos, se
tratara de un Método de mejora de la compresión lectora. El denominado como
método EPL2R o EPLRR es uno de los
más conocidos y extendido, y fue formulado en el año 1970 por el psicólogo del
aprendizaje Harry Maddox en su conocida obra Cómo estudiar.
Cada letra del grupo EPL2R
o EPLRR responde a la inicial de cinco pasos que se proponen en la lectura
de cualquier texto:
- Examinar: Consiste en dar una mirada rápida a
aquello que se va a estudiar para poder percibir de él, el conjunto
general. Sirve para determinar cuánto material se va a estudiar,
atendiendo el número de secciones, capítulos u hojas.
Se debe recordar que el estudio tiene que ser en primer
lugar global y luego analítico. El procedimiento para examinar es bien simple.
Si es un libro o tema, lee los títulos y subtítulos y determina el número de
páginas. Si existe, lee el resumen y lee también las primeras oraciones de cada
párrafo.
De lo que se trata es de escudriñar rápidamente lo que vas
a estudiar, y para este fin es adecuada una especie de lectura telegráfica.
- Preguntar: Tiene por objetivo el cuestionarse para
poder así desarrollar cierta motivación sobre el tema (algo fundamental a
la hora de estudiar). Es muy importante determinar la naturaleza del
cuestionamiento que uno se plantea, ya que ello permite leer tratando de
encontrar respuestas.
Recuerda que a medida que lees plantéate pregunta acerca de
lo que trata la lectura: ¿qué sé del tema?, ¿qué me sugiere el título? ¿Es
interesante?.
Este paso te permitirá tener una visión de conjunto del
tema, captando su temática, algo que te proporcionará un esquema mental
esencial para el estudio.
- Leer: El objetivo de este paso es el de obtener
la máxima comprensión posible del texto que vayamos a estudiar. Se debe
tratar de balancear la velocidad y la comprensión.
En estos casos la pre-lectura nos sirve para brindarnos una
idea general del tema, principalmente de qué trata y las partes de que se
compone. En este punto ya estamos preparados para estudiar y, en condiciones
normales, con un nivel de concentración adecuado, con una actitud activa.
Busca información y compréndela, es vital leer para
entender, descubriendo significados y hechos.
Se trata de una lectura pausada, reflexiva, párrafo a
párrafo. Lo vital es asegurarse que se comprende perfectamente aquello que se
lee.
- Recordar: Para recordar una cosa lo mejor es
repetirla. En estos casos lo ideal es recordar lo estudiado quince minutos
al día durante cuatro días, o aún quince minutos a la semana.
Pero para que esta fase sea provechosa, se debe aplicar los
principios de motivación, concentración, actitud, organización y comprensión.
- Repasar:
Trata de repasar siempre cuando vas a pasar a otro tema o a otro libro
distinto. Lo ideal es repasar el temario al menos una vez al día, para
recordar aquello que ya has estudiado previamente.
Otro método para lograr una buena comprensión lectora es el
método “cloze” consiste, en su versión original, en la presentación de una
selección de prosa de la cual se han omitido palabras de manera sistemática,
reemplazándolas por una línea de extensión constante. Estas palabras omitidas
deben entonces ser aportadas por el lector para restituir su sentido completo a
la selección. Se trata de un procedimiento ideado en 1953 por Wilson Tayler,
como medio de evaluación de los materiales escritos. Este método se mantuvo
subterráneo durante más de dos décadas, pero ahora diversos estudiosos de
materias educacionales y didácticas han empezado a rescatarlo destacando su
importancia y aplicándolo. Se trata de un libro teórico, pero también práctico
a través de la presentación de instancias de aplicación del método.
Presente a los alumnos un texto breve pero de contenido
completo. Cada cierto número de palabras
suprima una y reemplácela por una línea de longitud constante. Conserve completa la primera y la última
oración. El alumno debe adivinar y
escribir las palabras omitidas y al final comprobar sus respuestas.
Trabaje
esta técnica sobre la base de los siguientes pasos:
- Trabajar el
“cloze” en pares o en grupo, de manera que los alumnos se estimulen
mutuamente a descubrir las palabras omitidas.
- Orientar a los
alumnos a encontrar las palabras que mejor correspondan al contexto, desde
el punto de vista de su significado y concordancia gramatical. Para ello, deben basarse
obligatoriamente en el contexto, como clave para descubrirlas.
- Proporcionar
algunos apoyos a los alumnos cuando lo requieran. Por ejemplo, escribir bajo la línea, dos
o tres palabras, para que seleccionen la correcta; sustituir la línea
continua por rayitas que correspondan al número de letras o de sílabas de
la palabra omitida; escribir la letra inicial de cada una de las palabras.
- Pedir a los
alumnos que lean primero el texto completo, que traten de adivinar la
palabra que falta y que la escriban.
Es recomendable que utilicen un lápiz de mina y goma por si desean
rectificar sus adivinaciones.
Estimularlos
a verificar sus respuestas con un listado de las palabras correctas o con el
texto original. Se deben aceptar los
sinónimos o las respuestas que no alteren el sentido del texto. En este procedimiento no deben considerarse
las faltas de ortografía, excepto si los niños toman la iniciativa
Lectura escritura y desigualdad
Los avances científicos y tecnológicos han permitido una
revolución en el ámbito de la información y de la comunicación, la cual ha
producido cambios sustanciales en la sociedad, la economía y la cultura. La
sociedad actual, conocida como sociedad de la información, se caracteriza por
los incesantes avances científicos, la globalización económica las nuevas redes
de comunicación y la disponibilidad de inmensas fuentes de información. El
advenimiento del nuevo siglo revela una creciente conciencia mundial de la
única vía para que os pises superen la pobreza y alcancen un mayor desarrollo
social y humana, es abrir camino al acceso de toda la población a los códigos
culturales básicos de la modernidad.
Esta transformación implica una profunda revisión de los contenidos
cognitivos, instrumentales y éticos de la educación.
Para esto requiere formar nuevos ciudadanos es decir formar
personas que dadas sus formas de vida y
las necesidades de adaptarse a la complejidad de los acontecimientos que
ocurren en el mundo y en su entorno , tengan elementos para analizarlos
críticamente a partir del reconocimiento y valoración de su propia identidad
cultural y puedan vivir conscientemente con sus principios éticos .
En 1997 el sociólogo español Manuel Castell en sus aportes sobre
la sociedad de la información , señala que las principales necesidades
educativas de la sociedad actual se refiere a la capacidad para saber buscar la
información adecuada, aprender con autonomía ; consolidar una personalidad
fuerte y adaptable a una sociedad en permanente la vía; desarrollar el
razonamiento lógico, numérico, y espacial; utilizar internet de un modo
adecuado y con una finalidad definida;
aprender durante toda la vida para vivir en una sociedad inestable.
Por otra parte es importante concientizar con lo que
respecta a la alfabetización con la conciencia de los nuevos requerimientos
aplicados por la realidad actual, este concepto también ha ido revolucionando
rápidamente en los 30 años y ha producido no poca controversias.
En tal sentido, Braslavsky se pregunta: ¿cuál es la
alfabetización requerida para vivir en una sociedad post-industrial compleja?
En 1978, UNESCO definió como alfabetizado a “alguien que puede comprender o
escribir un texto corto y breve de su vida diaria”; y alfabetizado funcional
como alguien que puede “intervenir en todas las actividades en la cual la
alfabetización es requerida para el
efectivo funcionamiento de su grupo por la comunidad y también para capacitarlo
en la continuidad del uso de la lectura, la escritura y el cálculo para sí
mismo y para el desarrollo de la comunidad”. En 1990, la declaración de Jomtien
situó la problemática en el contexto de satisfacción de las necesidades
educativas que presentaban los alumnos, las cuales abarcan “tanto las herramientas
esenciales para el aprendizaje – lectura, escritura, expresión oral, cálculo,
solución de problemas- como los contenidos básicos del aprendizaje.
7
Referencias
Caceres, A. (s.f.). Obtenido de http://repositorio.uchile.cl/tesis/uchile/2012/cs-caceres_a/pdfAmont/cs-caceres_a.pdf
Curriculo Nacional Base
Guatemala. (s.f.). Obtenido de
http://cnbguatemala.org/index.php?title=Predicci%C3%B3n_-_Sexto_grado/%C2%BFQu%C3%A9_es_la_competencia_lectora%3F#Competencias_lectoras_en_los_estudiantes
Herrera, M. (s.f.).
Obtenido de
http://www.chubut.edu.ar/descargas/secundaria/congreso/EVALUACION/R1677_Herrera.pdf
Meléndez, C. (s.f.).
Obtenido de
http://es.slideshare.net/careducperu/tipos-de-la-comprensin-lectora-214090
Salas, P. (s.f.). EL
DESARROLLO DE LA COMPRENSIÓN LECTORA EN LOS. Obtenido de
http://eprints.uanl.mx/3230/1/1080256466.pdf